Desde 1922, el fascismo mina las bases del estado liberal italiano para edificar un estado totalitario:
Con decretos-leyes declara a la oposición fuera de la ley y totalmente repimible. A partir de esto momento se produce la fusión entre Partido Fascista y Estado italiano además de concentrar todos los poderes en la figura del "Duce".
Se doméstica a las instituciones tradicionales bajo el control del partido fascista (Senado, Cámara de Diputados, policia, ejército, monarquía..)
Se procede a un control monolítico de la educación, medios de comunicación, moral y pensamiento de la población.
Se termina un proceso de centralización territorial en las provincias a través de prefectos, subprefectos y alcaldes fieles incondicionales al régimen y designados directamente por éste.
Se consigue el amparo del Vaticano con los tratados de Letrán de 1929 consiguiendo un apoyo más o menos tácito del Papa hacia Mussolini.
sábado, 10 de julio de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)